Desde  siempre  se  ha  utilizado,un  arte  casi milenaria llena de  poder y magia. El adivinador enciende el tabaco y espera a que se queme un poco. Para hacer la lectura hay varias opciones.  La persona que pregunta puede fumarlo o se lo puede fumar el consultante. A medida que se fuma el puro, la cerilla toma una forma y color determinado que puede ser blanco o negro.  El humo también produce tonalidades distintas y  así, según  los  más  crédulos, la  intérprete puede determinar si es de buenas o de malas en el amor, así  como en  otros  aspectos  de la persona que consulta.

te hablare de ti